viernes, 15 de diciembre de 2006

Drogadiccion en la Juventud

Entrevista

Nombre: Susana Dennis Rojas de la Fuente

Edad: 16 años.

Genero: Femenino

Establecimiento ED.: Liceo A-1 de niñas Javiera Carrera.

Sentido de vida: Ser alguien exitoso en el futuro, lograr un bienestar social, laboral, y sentimental. Todo a través de los estudios.

¿Cuales son las problemáticas que enfrentas en este mundo global?

Se facilita mucho la obtención de información. Por lo que se disminuye el valor de la investigación personal debido a la facilidad con que se logra. También se pierde el sentido de desarrollo de trabajo propio, y esto provoca que pierdas el objetivo que te planteas en un principio. También se encuentran muchos distractores que me hacen perder el tiempo que he destinado para hacer cosas productivas para mi vida futura.

¿Cómo son los hábitos sexuales en los adolescentes de tu entorno?

En mi entorno cercano no es muy común, aunque es obvio que deben existir personas que tienen una vida sexual “activa”. En mi liceo las niñas tienen una visión de futuro que las lleva a ser mas consientes de los riesgos que conlleva tener una vida sexual activa en la adolescencia y de cómo podría afectar su proyecto de vida. En el liceo que voy, la familia de la mayoría de las alumnas tiene un rol fundamental.

¿Cómo es el consumo de drogas licitas e ilícitas en tu entorno?

El consumo de drogas licitas es muy común, tanto el cigarrillo como el alcohol. La mayoría opta por consumir estas drogas para sentir que dirigen su propia vida y para sentirse mas grandes; también por ganar algún estatus social. Con respecto a las drogas ilícitas en mi entorno no tengo conocimiento de que alguien consuma.

¿Cómo perjudica a tu entorno el consumo de drogas?

La mayoría de las jovencitas que consumen algún tipo de droga traen desde el comienzo una relación familiar con poca comunicación y generalmente tienen bajo rendimiento académico. Aunque socialmente son aceptadas por su alegría y carisma.

En base a la entrevista realizada, nos hemos dado cuenta que uno de los grandes problemas que enfrenta la juventud actual es la drogadicción. En base a esto diseñaremos un plan educativo que pueda ayudar a los jóvenes a enfrentar este flagelo de la sociedad. Para esto es necesario citar algunos datos:

  • Consumo de sustancias ilícitas: Casi uno de cada siete escolares ha consumido alguna droga ilícita en el último año; el consumo de marihuana continuó creciendo en los colegios a una tasa anual de 8,8% entre 1999 y 2004; alrededor del 3,5% de los jóvenes de entre 12 y 25 años se incorpora anualmente al consumo de marihuana[1].

PREVALENCIA DE VIDA

Corresponde a cualquier consumo realizado durante la vida de la persona, denominado también “experiencia con drogas en algún momento de la vida”.

En el cuadro 1 se presentan las tasas de consumo de drogas en escolares, según la prevalencia de vida para alcohol, cigarrillos, tranquilizantes, drogas ilícitas, tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica e inhalables. Cada una de las drogas es presentada por sexo y total, además de sus respectivos intervalos de confianza de 95%.

La prevalencia de vida de cualquier droga ilícita en población escolar alcanza a 22,2%. La mayor prevalencia de vida es la de marihuana, con 21,7%, seguida de cocaína con 5,7% y pasta base con casi un 5%. El éxtasis alcanza una prevalencia de vida de 3,3%. Entre los fármacos usado sin prescripción médica, la mayor prevalencia de vida se registra en tranquilizantes con 9,1% y luego los estimulantes sin prescripción médica con 5,9%. El uso de inhalables registra una prevalencia de vida de 7,9%.

Cuadro 1:

Prevalencia de vida en población escolar por tipo de drogas, según sexo,

total e intervalos de confianza del 95%[2].

En los últimos años, uno de los problemas que más ha venido preocupando a la opinión pública en general y muy especialmente a las familias, es el fenómeno de la drogadicción. Ya en 1994, una de las primeras investigaciones realizadas en la Región Metropolitana encontró que el 12,6% de la población escolar de enseñanza media había fumado marihuana alguna vez[3]. Casi una década más tarde, en 2004, la Vicaria Pastoral Juvenil señaló que los consumidores por primera vez habían aumentado a un 40% y a un 63,6% en comunas de la Región Metropolitana como La Cisterna y La Florida. Actualmente, el Primer informe nacional de juventud[4], señala que el 24,2% de los jóvenes declara haber probado algún tipo de droga en algún momento de su vida. Cifras como las enunciadas han dado origen a distintas acciones preventivas, tanto desde el mundo institucional como desde Organizaciones No Gubernamentales. Como ya se dijo debemos considerar la existencia de dos espacios preventivos importantes, siendo uno de ellos el escolar. La relevancia de este espacio se funda en las siguientes razones:

Es sabido que el consumo de drogas se ha ido produciendo cada vez a más temprana edad, lo que hace necesario intervenir prematuramente. En este sentido el Primer informe nacional de juventud señala que el 83,1% de los jóvenes tuvo su primer acercamiento a las sustancias psicotrópicas antes de los 18 años.

Desde el punto de vista de la cobertura, la escuela es un espacio donde los jóvenes son de fácil acceso.

La escuela ofrece la posibilidad de integrar esfuerzos de distintos actores: alumnos, padres, profesores y organizaciones externas.

Por último, la escuela es un lugar de contacto permanente de los jóvenes con su grupo de pares y es reconocida la importancia de estos últimos en el acercamiento al consumo.

FUNDAMENTOS DE LA ESTRATEGIA PREVENTIVA

Lo que esta acción preventiva desarrollada a nivel escolar persigue, es promover en los jóvenes participantes actitudes que favorezcan la toma de decisiones responsables y el despliegue de conductas acordes a estas decisiones, en aquellas situaciones de riesgo que enfrenten que estén relacionadas con el consumo de drogas.

En este contexto, se entiende por situaciones de riesgo aquellas en las cuales los jóvenes son invitados, alentados o presionados a consumir drogas. En este tipo de situaciones, un adolescente informado respecto a los riesgos o posibles consecuencias de determinadas conductas (como adicción en el caso del consumo de drogas) estará más preparado para enfrentar dicha situación protegiéndose de los riesgos implicados.

Es claro sin embargo que lo anterior no basta, ya que otro tipo de variables juegan también un papel relevante en la determinación de las conductas que se despliegan en este tipo de situaciones. Esto se hace evidente si se piensa en lo difícil que resulta explicar y controlar la conducta humana, tarea altamente compleja dado que ella está multifactorialmente determinada.

En el caso de los temas que nos preocupan, variables macro sociales (publicidad, ofertas de drogas, intereses económicos de ciertos sectores, etc.); situacionales (quien invita al consumo, grado de presión del grupo, etc.); y de personalidad (autoestima, habilidades sociales, repertorio conductual, etc.) actúan determinando la conducta e impidiendo la exactitud en su descripción, predicción y control.

Sin olvidar todo esto, y conscientes de sus limitaciones, la presente acción preventiva incluye en su abordaje aquellas variables situacionales y de personalidad que se han señalado como asociadas al problema de la drogadicción y embarazo precoz. En este punto es importante señalar que éstas son básicamente las mismas que influirían en la salud mental en general, ya que están estrechamente relacionadas con el ajuste psicológico y social. Estas son: nivel de información, autoestima, acertividad, uso del tiempo libre, comunicación y relaciones familiares. Abordando estas variables, las sesiones del taller estarán estructuradas de manera tal de promover cambios a nivel cognitivo, socio afectivo y conductual de los participantes, que propendan al fortalecimiento de su salud mental y al desarrollo de actitudes que faciliten su enfrentamiento a aquellas situaciones que lo exponen al consumo de drogas, por una parte; y al despliegue de conductas sexuales riesgosas por otra, de manera informada y en condiciones tales que puedan tomar decisiones responsables, traducirlas a conductas acordes y mantenerlas frente a presiones interpersonales.

PLAN DE ACCION

1. Para poder implementar los talleres de prevención, se capacitara a los profesores en las áreas problemáticas de la drogadicción juvenil; esto se realzara en forma gratuita a través del CONACE:

Formación de docentes

La formación específica del docente en el tema de drogas es fundamental para responder desde una perspectiva educativa a los nuevos problemas que afectan de diferentes formas a la educación.

El profesor ocupa un lugar primordial en el sistema educativo debido al desarrollo de sus funciones, entre las que se encuentra, en la actualidad, el abordaje de la prevención de las drogas.

Para poder desarrollar esa función requiere una formación específica sobre prevención del consumo de drogas, que le capacite para actuar en su práctica educativa, con fundamentos teóricos, estrategias y habilidades específicas.

Se pretende que el docente se transforme en un agente preventivo, protagonista y constructor de espacios educativos saludables.

La capacitación de los docentes se realiza a través de:

  • Sensibilización de actores de la comunidad educativa para generar un compromiso decidido por la prevención de las drogas.
  • Formación de docentes en los programas de prevención de drogas por nivel educativo (“En busca del tesoro”, “Marori y Tutibú”, “Quiero ser”, enseñanza media, etc.).
  • Oferta de capacitación específicas para profundizar temas en relación con la prevención del consumo de drogas, detección e intervención temprana del consumo de drogas, trabajo con familia y otros
  • Becas para diplomados en distintas universidades.

2. Después de haber capacitado a los docentes, se aplicaran las distintas estrategias para abordar el tema en talleres realizados en la hora de consejo de curso y en las reuniones de apoderados, debido a que este tema debe ser abordado en conjunto con el entorno del alumno para obtener buenos resultados.

De ser necesario se realizaran talleres abiertos a los mismos alumnos del colegio, en los cuales se realizaran actividades recreativas complementarias al trabajo realizado por ellos en el horario formal de clases. De resultar positiva la experiencia, este plan podría aplicarse a la comunidad en genera.


[1] Conace

[2] CONACE; INE 2004

[3] Richard et al., en: «Drogas, juventud y exclusión social», Universidad Diego Portales, Santiago, 1994.

[4] Instituto Nacional de la Juventud: Primer informe nacional de juventud, Santiago, 2003. (jóvenes entre 8º basico y 4º medio)

www.conace.cl

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